HISTORIA DEL
FERROCARRIL
Museo del Ferrocarril
El Museo del Ferrocarril de Mallorca invita a realizar un viaje en el tiempo mediante una experiencia audiovisual inmersiva en la que la historia y la tecnología se unen para emocionar al visitante. Música envolvente, mappings digitales e incluso el humo de la locomotora acompañan al visitante en una puesta en escena única.
La visita comienza en una estación de finales del siglo XIX, recreada con una escenografía espectacular, proyecciones y hologramas que reviven los primeros viajes en tren.
A continuación, el jefe de estación invita al visitante a subir a un coche histórico restaurado para emprender un viaje por la Mallorca del pasado. Contempla antiguos paisajes y gente de antaño a través de una proyección panorámica. Y todo ello de la mano del ingeniero Eusebi Estada, autor del proyecto original de la red ferroviaria de Mallorca y una de las figuras clave de la isla a finales del siglo XIX. La visita sigue en un espacio interactivo con juegos, recursos digitales y un simulador de conducción.
Espacio interactivo
Interactúa con los objetos y demás utensilios de los trenes de antaño
La visita sigue en un espacio interactivo con juegos, recursos digitales sobre la historia del tren en nuestra isla y un simulador de conducción que permite sentirse maquinista por un día. Más que un museo, es un viaje en el tiempo: una experiencia sensorial en la que sonido, imagen y movimiento se combinan para vivir el ferrocarril mallorquín de antaño.
La evolución
Línea del tiempo con la historia del tren de Mallorca
Inicios del Ferrocarril
En Mallorca, al igual que en muchas otras regiones de España, la primera revolución industrial llegó de forma tardía, y durante la segunda mitad del siglo XIX la economía todavía era predominantemente agraria. Por otra parte, las comunicaciones entre localidades no eran del todo eficientes, puesto que el transporte de personas y mercancías con carros y diligencias era lento e incómodo. La construcción del ferrocarril fue vista, pues, como una gran oportunidad para impulsar el comercio interior, la industria y la movilidad gracias a la mejora de la conexión entre Palma y el resto de pueblos y ciudades de Mallorca.
realidad en Mallorca
En 1875, después de tres años de una planificación y construcción dirigida personalmente por Eusebi Estada, se inauguró oficialmente la línea ferroviaria con una gran recepción por parte del público. Entre Palma e Inca el tren hacía parada en Es Pont d'Inca, Marratxí, Santa María del Camino, Consell, Binissalem y Lloseta.
Ferrocarril mallorquín
El éxito de la primera línea motivó la ampliación de la red: en 1878 el tren conectó Inca con Sa Pobla. En 1879, el tren llegó hasta Manacor pasando por Sineu y Petra. En 1881 se inauguró el tramo que conectaba Alaró con Consell. La última línea inaugurada en 1897, que unió a Santa María del Cami, situada entre Palma e Inca, y Felanitx. De esta forma la Compañía enlazaba en pocos años los principales núcleos productivos de la isla.En 1877 se estrenó un tranvía que conectaba Palma y el puerto. Gracias a las posibilidades que ofrecía, el puerto se convirtió en un importante punto de distribución de mercancías. Esto contribuyó a la industrialización, que pudo exportar un volumen considerable de productos de origen agrícola y facilitó la llegada de manufacturas, tecnologías y capital foráneo.








